El cabello seco y deshidratado son términos que a veces se usan de manera intercambiable, pero en realidad se refieren a dos condiciones ligeramente diferentes.
- Cabello seco: El cabello seco generalmente tiene poca cantidad de aceites naturales o sebo que el cuero cabelludo produce. Este sebo es lo que ayuda a mantener el cabello suave y brillante. Puede ser más áspero, frágil, opaco y propenso al quiebre. Puede ocurrir por causas internas (como genética o una dieta desequilibrada) o externas (como el uso frecuente de calor, tratamientos químicos agresivos, o exposición al sol y al viento).
- Cabello deshidratado: Se refiere a la falta de agua en el cabello. Puede parecer seco, opaco y sin vida, pero lo que le falta es hidratación. La deshidratación del cabello puede ocurrir incluso si el cabello tiene un buen nivel de sebo, ya que la falta de agua en la fibra capilar hace que no retenga su flexibilidad y elasticidad. Factores como el clima seco, el uso excesivo de productos que contienen alcohol, o el lavado frecuente del cabello pueden causar deshidratación.